"A ti este hombre te gusta". Todo
empezó con aquella frase... Fueron las palabras que propiciaron
miles de preguntas sin respuesta y las continuas batallas entre mi
conciencia y mis sentimientos. ¿Cómo fue capaz de descubrir lo que
yo misma me negaba a reconocer? ¿En qué preciso momento mis
palabras, mis gestos, o mis miradas, me delataron?
Desde entonces no dejo de buscar sentido a
todo lo que está pasando... ¿Estoy enamorada?, y si es así, ¿Por
qué? ¿En qué momento ocurrió? ¿Cómo no me he dado cuenta?... Lo
que yo decía, preguntas sin respuestas. Querer y no poder, poder y
no querer. Desearlo y evitarlo. Miedo. Mucho miedo. ¿Y si él no
siente lo mismo? ¿Y si lo siente... Cómo sabemos que saldrá bien?
¿Qué pasará si empezamos, y acabamos? ¿Dónde quedará todo
aquello que nos une? ¿Merece la pena intentarlo?
Y es en ese momento, una tarde cualquiera de
invierno, cuando de repente entiendes que debes dejarte llevar. Y
aunque seguidamente te atormenta la idea de no saber qué ni cómo
pasará, y el "dejarte llevar" aplasta de una patada todo
aquello que pretendías -tener tus sentimientos bajo control-...
Entiendes que es la única opción. Porque no puedes pasarte la vida
programando cada momento, ni soñando con un futuro que puede que no
exista, y tampoco puedes huir de la propia realidad... Y la cruda
realidad es que empiezas a sentir algo. Algo importante. Y no debo
esconderselo al mundo, ni mucho menos a mi misma. No debo tener miedo
de perderlo. Todo pasa por algo, ¿No? Quizás sea él el hombre
vida, o quizás no, pero... ¿Porque no intentarlo? ¿Quién sabe qué
nos depara la vida?
Ahora solo tengo claro que no quiero
cerrarme al amor. No estoy dispuesta a perdermelo. Al fin y al cabo,
aunque a algunos les parezca ridículo, el amor siempre ha sido y
seguirá siendo el sentido de mi vida. Así que sí, me quedaré con
el "que pase lo que tenga que pasar" que tantas veces me ha
repetido aquella amiga preocupada y viviré el momento. Me ceñiré
al ahora. Diré adiós a los "para siempre", a los "no
quiero enamorarme", a los "nunca pasará" y,
sobretodo, por encima de cualquier cosa, me despediré del miedo al
fracaso.
Por cierto... Hola
sonrisas, os echaba de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario