viernes, 8 de marzo de 2013

El día Internacional de la Mujer.


Hoy el el día Internacional de la Mujer. Conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.

Hoy celebramos la igualdad de género al acceso a la educación, nuestra entrada al ámbito laboral, o el tener la capacidad de decidir qué y qué no hacer con nuestra vida (no hace tanto no podíamos abrir una cuenta corriente, viajar al extranjero o sacarnos el carnet de coche sin permiso de un hombre -sí, por ridículo que ahora nos parezca era así-). Celebramos el sufragio universal, la igualdad entre hombres y mujeres ante la ley, o bien nuestros derechos reproductivos. Celebramos que la mujer del S.XXI tiene ante sí más posibilidades que nunca, pues decidimos nuestra profesión, si viviremos o no en pareja, si tendremos hijos.. Podríamos decir que incluso nos divertimos más. Y todo ello, se lo debemos al feminismo, al conjunto de ideologías y movimientos políticos, culturales y económicos que defendieron la igualdad. Aquella igualdad que durante demasiados años fue inexistente.

El problema llega cuando una se plantea la situación, investiga, y se encuentra con la violencia doméstica, con la diferencia de sueldos entre géneros en la realización del mismo trabajo, o con la situación en casa. Porque, seamos sinceras, aún habiendo conseguido todo lo antes comentado, aún nos queda un largo camino. Es tan simple como observar que sí, que trabajamos, pero lo hacemos fuera y en casa, porque debemos ser buenas profesionales, pero también buenas madres, y por supuesto, buenas esposas. Y entonces nos encontramos con un sobre esfuerzo que agota, y ahora ves y díselo a tu marido, que solo falta que te conteste con un “¿No querías igualdad? Como para darle una bofetada. Como para dejarlo limpiando en casa y cuidando de los niños, que yo me voy a tomar cañas con los colegas. Que sí, que lo sé, que más de una se habrá sentido identificada. Pero no hacemos nada. Lo dejamos pasar. Nos consuela pensar que hay mujeres que están peor, ¿No? Pues bien, hablemos de ellas, de las que sufren malos tratos. Hablemos de la violencia doméstica. Pongamos en manifiesto que a día 8 de marzo, 43 mujeres ya han sido víctimas a manos de sus parejas en el 2013. Pero no se puede hacer nada, ¿No? En fin... Igualdad.

Y no hablemos de la igualdad de género mundialmente, porque ya hay que ponerse serios. Habréis observado que al comentar la situación de la mujer del S.XXI me he basado en España -Es cierto que su situación política y económica es bastante patética, pero sí se puede utilizar como ejemplo de país “avanzado” en el ámbito cultural, democrático y de igualdad-. Pues bien, abramos los ojos y observemos como viven las mujeres que luchan cada día por sobrevivir en su país, y aunque el término “sobrevivir” pueda sonar algo exagerado, plantéense ustedes su día a día cuando se ven obligadas a limpiar la casa, cocinar, cuidar de los niños -imaginarán que no hablamos de uno o dos hijos, puesto que los números de natalidad se podrían considerar incluso exagerados-, buscar agua potable -implica recorrer cientos de kilómetros con sus hijos para encontrar agua que no siempre es potable-, el trabajo en la agricultura, el comercio de los productos obtenidos... Y a pesar del esfuerzo a las que se ven sometidas, los hombres siguen creyendo que son más fuertes y valiosos, hecho que se podría ver reflejado, entre otros ejemplos, en la explotación sexual de la mujer.

Podría pasarme el día plasmando situaciones de desigualdad, pero eso ya lo sabéis. De una forma u otra todos somos conscientes de ello, ¿No? Pero debemos celebrar el día Internacional de la Mujer. Debemos quedarnos con lo ya conseguido. Debemos seguir viviendo, bien o mal, pero seguir viviendo. Porque... “El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres” como dijo Simone de Beauvoir.





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